La serie SUEÑOS LÚCIDOS de Juan Urrea es una invitación a explorar las fronteras entre la realidad tangible y el mundo interior del sueño, donde lo abstracto se encuentra en el umbral de lo visible. Estas pinturas al óleo, cargadas de manchas de colores que se despliegan como nubes, rayas y salpicaduras, fueron realizadas con espátulas y herramientas que esculpen la superficie del lienzo para crear texturas ricas y dinámicas. Urrea traduce en sus obras la experiencia de los sueños lúcidos, donde el artista, plenamente consciente de que está soñando, utiliza este estado de despertar para canalizar su creatividad desde lo más profundo de la conciencia.

Inspirado por su propio proceso de iluminación espiritual, que culminó en un despertar de la conciencia (nirvana) en diciembre de 2023, Urrea concibe estas pinturas como manifestaciones de una energía primordial. Es en este espacio onírico donde la creatividad fluye sin las restricciones de lo físico, revelando la conexión entre el mundo interior y exterior. Aquí, la abstracción no es solo una técnica, sino un puente entre lo inmaterial y lo concreto, un proceso donde las formas latentes en el inconsciente se traducen en visiones que luego se hacen visibles en el mundo.

Esta visión espiritual del arte conecta a Urrea con figuras como Wassily Kandinsky, quien veía la abstracción como una herramienta para expresar la esencia del alma, y Antoni Tàpies, cuya obra exploraba la espiritualidad a través de la materia y el gesto. Al igual que Kandinsky, Urrea utiliza el color y la forma como lenguajes emocionales y simbólicos, que invitan al espectador a una experiencia interior. Como Tàpies, trabaja las texturas para dar a la pintura una cualidad táctil que evoca lo espiritual a través de lo físico.

La filosofía de Hegel también resuena en SUEÑOS LÚCIDOS, especialmente en su afirmación de que "el despertar del alma debe ser el objetivo sublime del arte". Para Urrea, este despertar es un proceso que ocurre tanto en el sueño como en la creación artística, donde el alma alcanza una conciencia expandida y se libera de las limitaciones terrenales. Sus pinturas, entonces, no solo son imágenes, sino vehículos de transformación que buscan despertar en el espectador una conciencia más profunda y conectada con lo universal.

A través de la abstracción, Urrea nos ofrece una visión del arte como un proceso espiritual, en el que el alma se despierta dentro del sueño para crear y transformar. SUEÑOS LÚCIDOS es un testimonio de la capacidad del arte para trascender la realidad física, acceder a los mundos internos y convertirlos en formas que habitan lo visible, reflejando el potencial infinito del ser humano de crear y manifestar desde lo más profundo de su conciencia.