Mensaje para el Alma:
- KAVINDRA SERAPHIS
- 19 abr
- 4 Min. de lectura
Del nombre prestado al ser revelado: la identidad real más allá del ego
Desde los primeros instantes de la existencia corporal, al individuo se le asigna un nombre que será el soporte de su identidad social, psicológica y cultural. Este nombre, otorgado en el nacimiento físico, no es un mero dato administrativo, sino el núcleo simbólico en torno al cual se construye la noción del yo. A través de él, el individuo aprende a verse como alguien separado, definido por atributos, funciones, historias y límites. Esta identidad, que parece tan firme y real, es en verdad una construcción efímera y condicionada, una máscara útil para la interacción mundana pero incapaz de revelar la verdad profunda del ser. El ego que se forma a partir de este nombre de bautizo vive en función de la afirmación constante, el reconocimiento externo y la comparación, alimentando una ilusión de separación que impide el descubrimiento de lo esencial.
Sin embargo, existe un momento en la trayectoria del alma en que la consciencia comienza a desprenderse de esa forma limitada de identidad. No se trata de un rechazo de lo anterior, sino de una superación orgánica y silenciosa que se manifiesta como un segundo nacimiento. Este renacimiento no sucede en el tiempo ni responde a un rito externo; es la irrupción interna de una verdad más vasta, el reconocimiento súbito y profundo de que lo que uno es no puede ser definido por palabras, nombres ni formas. La iluminación espiritual, el despertar del alma, no consiste en adquirir una nueva identidad, sino en recordar la identidad real que siempre ha estado presente más allá del velo de las apariencias. Este despertar no anula al personaje, pero lo pone en su lugar: ya no como centro, sino como instrumento; ya no como dueño, sino como expresión de algo mayor que lo trasciende y lo contiene.
Este tránsito de una identidad ilusoria a una identidad real ha sido descrito, vivido y celebrado en múltiples tradiciones y caminos, cada uno con su lenguaje, símbolos y métodos. La filosofía, la psicología profunda, las místicas religiosas y las experiencias de autoconocimiento coinciden en señalar que la clave de la transformación no está en cambiar de máscara, sino en ver más allá de todas las máscaras. La conciencia, al reconocerse como el testigo y no como lo testimoniado, disuelve las fronteras entre sujeto y objeto, entre lo interno y lo externo, entre el yo y el otro. Así, lo que parecía una dualidad insalvable entre el ego falso y el ser real se revela como parte de un proceso necesario de integración, en el cual la sombra del olvido da paso a la luz del reconocimiento.
En este contexto, el llamado “nombre espiritual” no es una palabra nueva que sustituya a la anterior, sino la resonancia interna de la verdad del ser. Es el nombre no dicho, el sonido del alma cuando se ha liberado de las ataduras del tiempo. Es el susurro de la conciencia cuando ha despertado a su naturaleza indivisible y eterna. El segundo nacimiento es, por tanto, el verdadero comienzo de la vida consciente, en la que cada experiencia deja de estar filtrada por la necesidad de afirmación del yo, y se convierte en una expresión espontánea de la plenitud que habita en lo más íntimo del ser.
Así comprendido, el tránsito entre el nombre ilusorio y la identidad esencial no es un cambio superficial, sino una metamorfosis profunda que reconfigura la totalidad de la experiencia humana. No hay ruptura entre lo que fue y lo que es, sino integración. Todo lo vivido bajo la identidad del ego encuentra su sentido cuando se contempla desde la conciencia despierta. El sufrimiento, la búsqueda, las caídas y los logros se entrelazan en una sola corriente de sentido que desemboca en la revelación del ser. Esta comprensión unificadora nos invita a mirar la vida no como una colección de fragmentos, sino como un despliegue armónico de la conciencia en sus múltiples formas. El verdadero nombre, entonces, no está en el lenguaje humano, sino en la vibración sutil del alma que ha recordado su origen. Y cuando esa identidad real emerge, no hay necesidad de afirmarla, porque ella misma se manifiesta como la evidencia silenciosa y plena del ser en toda su magnitud.
Si estas palabras han tocado algo profundo en su interior… Le invito a sumergirse en EL PODER SECRETO DEL ALMA – EL DESPERTAR ABSOLUTO DE LA CONCIENCIA, una obra que no nace del pensamiento, sino de la experiencia directa e innegable de la Verdad. Este libro, escrito por Kavindra Seraphis desde la plenitud indivisible del Ser, no ofrece teorías ni doctrinas: ofrece presencia viva.
A lo largo de sus páginas se disuelve la ilusión de la separación, se atraviesan los velos del ego y se revela lo que siempre ha estado presente: la conciencia absoluta que somos. No es un texto para ser comprendido intelectualmente, sino para ser sentido con el corazón. Cada palabra es semilla, cada silencio es hogar.
Esta obra no pretende enseñar, sino recordar; es una invitación a despertar al paraíso que ya está aquí, ahora, en la totalidad indivisible de lo que es.
«Con EL PODER SECRETO DEL ALMA – EL DESPERTAR ABSOLUTO DE LA CONCIENCIA, descubra la experiencia de su propia esencia y la llave que abre la puerta hacia la unidad y la verdad del Ser.» — KAVINDRA SERAPHIS
El Poder Secreto del Alma: El Despertar Absoluto de la Conciencia (DESPERTAR DE LA CONCIENCIA nº 1) (Spanish Edition) Edición Kindle
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