La Verdad No Se Alcanza
- KAVINDRA SERAPHIS

- 29 jul
- 2 Min. de lectura
Mensaje para el Alma
La conciencia no se obtiene. No está al final de un proceso ni al otro lado del esfuerzo. Es su estado natural, previo a todo intento de comprensión.
Creerse alguien que debe despertar es la raíz del sufrimiento. Esa identidad buscadora sostiene el ciclo del miedo, el deseo y la insatisfacción. Todo lo que parte de ese yo, incluso su espiritualidad, es ilusión.
El ego necesita un propósito. La conciencia no. El ego vive del tiempo, del relato, de la idea de futuro. La conciencia es inmediata, presente, sin argumento.
La espera es negación. Cada vez que usted pospone la verdad para más adelante, refuerza la idea de que aún no es. Eso perpetúa la sensación de carencia y distancia.
No hay nada que alcanzar. Solo debe cesar lo que impide ver. Ese impedimento es el yo. No como concepto, sino como experiencia asumida.
Usted no es un individuo en camino hacia la totalidad. Usted es la totalidad misma, sin forma, sin borde, sin historia. Pero mientras haya alguien que quiera apropiarse de esa verdad, seguirá sin verla.
No es necesario transformarse. Es necesario deshacerse. Soltar toda imagen, toda certeza, toda autoidea.
El sufrimiento persiste porque el yo quiere controlar su liberación. Quiere decidir cómo, cuándo, con qué técnica. Pero la conciencia no responde al deseo. Se revela cuando el deseo cae por completo.
No busque consuelo. No se aferre a promesas. La verdad no necesita explicación ni camino. Solo requiere silencio interior y rendición absoluta.
Nadie despierta. Despierta la conciencia cuando nadie la reclama.
Este ensayo está inspirado en mi obra espiritual Despertar de la Conciencia Absoluta, disponible en Amazon.





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