El hombre cantó antes de hablar

MENSAJE PARA EL ALMA

El origen de la voz humana no fue el lenguaje articulado tal como lo conocemos, sino el canto. Antes de que la palabra adquiriera forma estructurada, el ser humano emitía sonidos rítmicos, melódicos y cargados de intención emocional. Aquellos cantos primordiales no eran ornamento, sino expresión vital, comunicación profunda y vínculo con lo invisible.

El canto surgió como imitación de la naturaleza y reflejo del mundo interior: el rumor del viento, el fluir del agua, el rugido de los animales y el trueno del cielo se mezclaban con la vibración íntima de la conciencia. Así, la primera lengua fue música, porque en ella se unían ritmo, emoción y sentido. Hablar y cantar no estaban separados; eran un mismo acto de resonar el ser en el aire.

Cuando la necesidad de transmitir conocimientos, advertencias y memorias se intensificó, ese canto se fue organizando en sonidos cada vez más diferenciados hasta originar la palabra. Pero en lo profundo, el lenguaje conserva aún su raíz musical: cada idioma es melodía, cada sílaba es eco del silencio que la antecede.

Las tradiciones más antiguas sostienen que la creación misma comenzó con un sonido primordial. En los mantras, invocaciones y rezos se mantiene vivo ese recuerdo: la palabra es vibración sagrada, la música es revelación, y ambas brotan del mismo origen.

Reconocer que el hombre cantó antes de hablar es reconocer que nuestra voz no es simple herramienta, sino prolongación de la conciencia absoluta. Cada expresión genuina, ya sea palabra o canto, participa de esa vibración original que todavía sostiene la vida.

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