El Ego Espiritual: El Último Disfraz del “Yo”
- KAVINDRA SERAPHIS
- 7 abr
- 3 Min. de lectura
Hay una trampa muy sutil en el camino espiritual que pocos se atreven a mirar de frente: la creencia de que uno es especial por “ser espiritual”. Esta es una de las formas más sofisticadas del ego. Se disfraza de luz, de conciencia, de palabras elevadas… pero sigue siendo el mismo “yo” queriendo ser distinto, queriendo ser mejor, buscando validación en lo invisible.
Es común escuchar: “mi pareja y yo somos espirituales, por eso no deberíamos tener conflictos” o “nuestra relación es distinta porque estamos en el camino del despertar”. Pero eso es solo una ilusión. No hay nada más común que el deseo de sentirse especial. Y cuando ese deseo se disfraza de espiritualidad, se vuelve aún más difícil de ver y de soltar.
Porque, al final, ¿qué significa ser espiritual? ¿Existe alguien que no lo sea? Todo lo que vive, respira, vibra, siente… es Espíritu. La vida misma es expresión del Espíritu. No hay nadie afuera de ello. Incluso aquellos que no se consideran “espirituales” lo son por naturaleza, porque no pueden dejar de ser lo que ya son.
Entonces, ¿quién puede decir que está más “avanzado”? ¿Quién puede afirmar que su amor es más puro por haber leído ciertos libros o practicado ciertas técnicas? Esa idea de ser distinto o superior por estar en el “camino” es solo otra forma de separación. Es la mente aferrándose a una nueva identidad: la identidad del “buscador”, del “despierto”, del “elegido”.
Y eso, justamente, es lo que impide que el amor fluya libremente.
El amor verdadero no necesita justificarse como “espiritual”. No necesita pensar en el futuro, ni garantizar resultados, ni prometer que funcionará. El amor real no nace del ego que quiere que las cosas salgan “como deberían”. Nace del silencio interior. De la entrega. De la aceptación de lo que es.
Las relaciones humanas no son “menos elevadas” por tener conflictos. Son, precisamente, el terreno donde se disuelven las ideas falsas del yo. Son el espejo más perfecto para ver aquello que todavía no ha sido sanado ni comprendido. No se trata de construir algo ideal, sino de dejar que la verdad se exprese, aunque incomode, aunque duela.
No hay nadie que le complete. No hay otro que deba encajar en su historia. Solo hay una única vida expresándose en millones de formas. Y a veces esa forma se llama “pareja”, y a veces se llama “ruptura”. Ambas son sagradas. Ambas son expresión del Amor, cuando el ego deja de estorbar.
Así que no, no es distinta su relación por ser “espiritual”. Es humana. Y eso, justamente, es lo más sagrado que puede ser.
Si esta reflexión ha resonado en su interior, le invito a profundizar en “Despertar del Ser Interior | El Camino hacia la Paz y la Iluminación de la Conciencia”, un libro que desvela la naturaleza última de la realidad desde la visión de Kavindra Seraphis. A través de enseñanzas claras y directas, este libro le guiará en la disolución de las ilusiones que ocultan la verdad, mostrándole el camino hacia la comprensión de la existencia como una unidad inseparable con lo divino. Cada página es una puerta abierta a la transformación, un paso más en el sendero hacia el conocimiento profundo de su propia naturaleza.
“Mi libro Despertar del Ser Interior es la llave para acceder a mis enseñanzas y abrir la puerta al verdadero despertar.” KAVINDRA SERAPHIS
DESPERTAR DEL SER INTERIOR: El Camino hacia la Paz y la Iluminación de la Conciencia (DESPERTAR DE LA CONCIENCIA nº 1) (Spanish Edition)
Comentarios